Sigo atrapado en mis años pasados y en ciertas pinceladas de ideología que nunca dejaran de ilusionarme pero ahora que se acercan las elecciones, como cada cuatro años, y sigo haciéndome las mismas preguntas y sigo teniendo las mismas dudas.
Hace solo unos días, entre caña y caña, alguien preguntaba ¿vais a hacer el voto útil? ese el momento en el que evito la pregunta o digo lo primero que se me pasas por la cabeza.
Sigo sin terminar de creerme el significado de las votaciones, se que es algo generacional pero para mi no implican nada trascendente, es mas, todo el clima pre-electoral es algo que veo y vivo como ese mítico presentador de los documentales de la 2 cuando se va a vivir con una tribu en la selva y termina comiendo insectos de todas clases. Lo hace, se los come pero no de la misma forma que alguien nativo. Supongo que el problema es esa sensación de desarraigo tan grande.
Supongo, claro que no soy el único que la siente pero aun así el problema sigue estando ahí delante.
Otra frase célebre es quien prefieres que te gobierne, ¿Rajoy o Zapatero? ¿puedo elegir? -me digo yo.
Sin duda alguna la derecha nunca tendrá ni un ápice de mi simpatía pero lo mejor es que ni siquiera eso es importante. Si pienso en los medios y en el mensaje que se transmite rotundamente No voto, si pienso en la política de forma un poquito seria me entran nauseas y si no hago nada de nada también.
Entonces solo nos queda el termino medio (que no entiende de justicia), es decir votar al menos malo. Un@ siempre tiene más claro lo que no quiere no?
Pero es que, ¿realmente hay algo mas allá del bipartidismo rancio de esta España a la que todavía le cuelgan las panderetas y las malas sombras?
No te llega para el alquiler y te ponen una plaza wifi en Sto Domingo. La ilusión de ninguna manera está en manos de esos señores.
De modo que vote o no vote en estas elecciones creo que me voy a seguir sintiendo igual de agridulce, igual de monigote. Dan ganas de ocuparse de las cosas que de verdad importan y olvidarse de lo demás, o eso me pasa a mi.
Hace solo unos días, entre caña y caña, alguien preguntaba ¿vais a hacer el voto útil? ese el momento en el que evito la pregunta o digo lo primero que se me pasas por la cabeza.
Sigo sin terminar de creerme el significado de las votaciones, se que es algo generacional pero para mi no implican nada trascendente, es mas, todo el clima pre-electoral es algo que veo y vivo como ese mítico presentador de los documentales de la 2 cuando se va a vivir con una tribu en la selva y termina comiendo insectos de todas clases. Lo hace, se los come pero no de la misma forma que alguien nativo. Supongo que el problema es esa sensación de desarraigo tan grande.
Supongo, claro que no soy el único que la siente pero aun así el problema sigue estando ahí delante.
Otra frase célebre es quien prefieres que te gobierne, ¿Rajoy o Zapatero? ¿puedo elegir? -me digo yo.
Sin duda alguna la derecha nunca tendrá ni un ápice de mi simpatía pero lo mejor es que ni siquiera eso es importante. Si pienso en los medios y en el mensaje que se transmite rotundamente No voto, si pienso en la política de forma un poquito seria me entran nauseas y si no hago nada de nada también.
Entonces solo nos queda el termino medio (que no entiende de justicia), es decir votar al menos malo. Un@ siempre tiene más claro lo que no quiere no?
Pero es que, ¿realmente hay algo mas allá del bipartidismo rancio de esta España a la que todavía le cuelgan las panderetas y las malas sombras?
No te llega para el alquiler y te ponen una plaza wifi en Sto Domingo. La ilusión de ninguna manera está en manos de esos señores.
De modo que vote o no vote en estas elecciones creo que me voy a seguir sintiendo igual de agridulce, igual de monigote. Dan ganas de ocuparse de las cosas que de verdad importan y olvidarse de lo demás, o eso me pasa a mi.
